El e-portafolio como herramienta para el desarrollo del pensamiento crítico y la profesionalización en jóvenes estudiantes de Trabajo Social
Resumen
El contexto de la sociedad digital, cada vez más competitiva y globalizada, demanda habilidades profesionales vinculadas a la reflexión y racionalidad. Considerando este escenario, el artículo analiza cómo la tecnología colabora con el proceso de profesionalización y desarrollo de pensamiento crítico en jóvenes estudiantes de Trabajo Social en Santiago de Chile. Para esto, se realiza un análisis de contenido de tipo cualitativo de 40 portafolios digitales (e-portafolios) en el que los estudiantes vierten las reflexiones derivadas de los procesos de enseñanza–aprendizaje de un curso dictado bajo la metodología de Aprendizaje-Servicio, a la luz del "Modelo de Habilidades Profesionales para la Intervención Social" (Razeto & Cortez-Monroy, 2014), que da cuenta de los dominios centrales en la formación de estudiantes de esta disciplina. Para ello, se identificaron las significaciones, reflexiones, aprendizajes e ideas que surgieron como categorías asociadas a los contenidos de los e-portafolios. Los hallazgos sugieren que el portafolio virtual favorece un proceso reflexivo que les permite integrar aspectos conceptuales y prácticos, favoreciendo el despliegue de un pensamiento crítico asociado a la acción en los distintos dominios estudiados (intrapersonal, interpersonal, técnico instrumental y ético). Se concluye que la tecnología es un factor crítico en el proceso de profesionalización, dada la necesidad de incorporar metodologías que hagan sentido y acerquen a los estudiantes a la práctica de su futura profesión. En este esfuerzo, las prácticas docentes amparadas en una cultura tecnológica y de innovación cumplen un rol central.
Palabras clave
pensamiento crítico, trabajo social, innovación educativa, formación profesional superior, alfabetización informacional
Abstract
The increasingly competitive and globalized digital society requires professional skills related to reflection and rationality. Taking this setting into account, the article analyzes how technology collaborates with the process of professionalization and development of critical thinking in young social work students in Santiago de Chile. For this purpose, a qualitative content analysis of 40 digital portfolios (e-portfolios) is carried out in which the students express their reflections on the teaching-learning processes of a course taught according to the Service-Learning methodology in light of the "Model of Professional Skills for Social Intervention" (Razeto & Cortez-Monroy, 2014), which accounts for the main domains in training students in this discipline. For this purpose, the meanings, reflections, learning and ideas that emerged as categories associated with the content of the e-portfolios were identified. The findings show that the e-portfolio favors a reflective process that allows conceptual and practical aspects to be integrated, favoring the use of critical thinking associated with work in the different domains studied (intrapersonal, interpersonal, instrumental-technical and ethical). It concludes that technology is a critical factor in the professionalization process, given the need to incorporate methodologies that make sense and bring students closer to the practice of their future profession. In this, teaching practices supported by a culture of technology and innovation play a central role.
Keywords
critical thinking, social work, educational innovation, higher professional training, information literacy
Resum
El context de la societat digital, cada vegada més competitiva i globalitzada, demana habilitats professionals vinculades a la reflexió i la racionalitat. Considerant aquest escenari, l'article analitza com la tecnologia col·labora amb el procés de professionalització i desenvolupament del pensament crític en joves estudiants de treball social a Santiago de Xile. Així, es fa una anàlisi de contingut de tipus qualitatiu de 40 portafolis digitals en què els estudiants expliquen les seues reflexions derivades dels processos d'ensenyament-aprenentatge d'un curs dictat amb la metodologia d'aprenentatge-servei, a la llum del "Model d'habilitats professionals per a la intervenció social" (Razeto & Cortez-Monroy, 2014), que dona compte dels dominis centrals en la formació d'estudiants d'aquesta disciplina. D’aquesta manera, es van identificar les significacions, les reflexions, els aprenentatges i les idees que van sorgir com a categories associades als continguts dels portafolis digitals. Les troballes suggereixen que el portafolis digital afavoreix un procés reflexiu que els permet integrar aspectes conceptuals i pràctics, i que afavoreix el desenvolupament d'un pensament crític associat a l'acció en els diferents dominis estudiats (intrapersonal, interpersonal, tècnic instrumental i ètic). L’article conclou que la tecnologia és un factor crític en el procés de professionalització, atesa la necessitat d'incorporar metodologies que donen sentit i acosten els estudiants a la pràctica de la seua futura professió. En aquest esforç, les pràctiques docents emparades en una cultura tecnològica i d'innovació compleixen un rol central.
Paraules clau
pensament crític, treball social, innovació educacional, formació professional superior, alfabetització informacional
Notas de Aplicación Práctica
Qué se sabe sobre este tema
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La instalada digitalización en la vida cotidiana de la sociedad occidental ha establecido procesos de interacción nunca vistos, lo que impacta diversos ámbitos de la vida, incluyendo el de la formación profesional en Trabajo Social.
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El ejercicio profesional del Trabajo Social se ha relacionado con la tecnología. Un ejemplo de esto fue la utilización de la telefonía para favorecer la inclusión social de grupos postergados debido a los procesos de industrialización y migración.
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Las herramientas tecnológicas han sido utilizadas desde hace años en la formación universitaria, pero sus bondades han expandido su uso los últimos años, lo que ha sido especialmente adecuado en el contexto de pandemia por COVID 19.
Qué añade este articulo
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Este artículo busca reconfigurar las practicas educativas tradicionales e innovadoras, poniendo la tecnología al servicio de los retos sociales actuales, así como la metodología de aprendizaje-servicio, incorporando una visión más cercana al contexto de las institucionales sociales.
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Pretende favorecer el proceso de empoderamiento y aprendizaje critico de herramientas contingentes en el quehacer laboral, fortaleciendo su formación como futuros profesionales.
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Planea la reflexión y el pensamiento crítico como competencias que deben fomentarse en el estudiantado que se forma en Trabajo Social, lo que se logra saliendo de los cánones tradicionales de la educación para ubicarse en espacios de aprendizaje con cada vez mayor independencia.
Implicaciones para la práctica y/o política
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El presente trabajo permite analizar cómo el uso de la tecnología colaboraría con el proceso de profesionalización, así como con el despliegue del pensamiento crítico y el desarrollo de habilidades profesionales en jóvenes estudiantes de Trabajo Social.
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El estudio evidencia cómo la incorporación de metodologías que hacen sentido y acercan a los estudiantes a las prácticas sociales les permite aventurarse y empaparse de conocimientos y experiencias que enriquecen sus habilidades.
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Comprende la interacción de las organizaciones sociales interactúan y se influencian debido a su contexto económico y sociocultural. Así como el contribuir de manera más consciente, reflexiva y con un enfoque más globalizador.
Introducción y revisión de literatura
La instalada digitalización en la vida cotidiana de la sociedad occidental ha establecido procesos de interacción nunca vistos, lo que impacta diversos ámbitos de la vida, incluyendo el de la formación profesional en Trabajo Social (López-Peláez & Marcuello-Servós, 2018).
Desde ahí, el presente trabajo analiza cómo el uso de la tecnología colabora con el proceso de profesionalización y con el despliegue del pensamiento crítico en jóvenes estudiantes de Trabajo Social, favoreciendo el desarrollo de habilidades que, de acuerdo conBetancourth-Zambrano, Martínez-Daza, and Tabares-Díaz (2020), les permiten asumir una postura de transformación y compromiso con la sociedad y las problemáticas que giran a alrededor de cada estudiante.
Para esto se analiza el caso del curso Planificación y Gestión impartido entre los meses de marzo y julio de 2021 en la Escuela de Trabajo Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que utilizó el e-portafolio como metodología para recoger evidencias de aprendizaje a partir de la reflexión de los jóvenes estudiantes. La hipótesis de base apuntó a que el uso de esta metodología digital lograría tal intención, empoderando a los jóvenes en su quehacer y favoreciendo su interacción positiva con los usuarios de las intervenciones. Así, se planteó como objetivo analizar cómo el uso de esta herramienta colaboraría con el proceso de profesionalización y con el despliegue del pensamiento crítico en estudiantes de Trabajo Social, lo que favorecería el desarrollo de sus habilidades profesionales.
El trabajo social en un contexto digitalizado
Históricamente, el ejercicio profesional del Trabajo Social se ha relacionado con la tecnología. Ya en sus principios puede verse cómo se utilizó la telefonía para favorecer la inclusión social de grupos postergados debido a los procesos de industrialización y migración norteamericanos (López-Peláez & Marcuello-Servós, 2018). Hoy, en plena pandemia por COVID 19 en Chile, la tecnología se ha utilizado al servicio de la implementación de un modelo de atención social clínica a partir del uso de videollamadas para el contacto entre pacientes hospitalizados y sus familias (Muñoz et al., 2021).
Este último ejemplo ilustra la instalación del e-Social Work, es decir, aquella forma del trabajo social que se despliega en la intervención utilizando los medios digitales (López-Peláez & Marcuello-Servós, 2018), realidad que demanda a la profesión un campo de especialización en el uso de tales herramientas, visualizándola no solo como mecanismo de apoyo para la actuación, sino también como un medio potencialmente sustantivo para el ejercicio profesional.
De este modo, surge la exigencia de reconfigurar las tradicionales prácticas educativas en instancias innovadoras que pongan la tecnología al servicio de un desempeño a la altura de los retos actuales de sociedades cada vez más complejas, favoreciendo el empoderamiento de los jóvenes futuros profesionales y también de los usuarios, que se verán en un futuro favorecidos por prácticas más eficaces y con mayores posibilidades de cobertura.
Tecnologías para la reflexión, el pensamiento crítico y el proceso profesionalizante
(Scriven & Paul, 1987) definen el pensamiento crítico como aquel proceso cognitivo que logra que la información recopilada por la observación (en sus distintos niveles y formas) se transforme en una guía para las creencias y actuaciones personales.
La reflexión sobre la propia acción y el pensamiento crítico han visto acrecentada su importancia, dado que cada vez más se requiere una formación profesional que contribuya al desarrollo de estos procesos, puesto que se constituyen en habilidades de orden superior en la sociedad digital (Mebarka & Moussaoui, 2021).
Por tal razón, la reflexión y el pensamiento crítico son competencias que deben fomentarse en el estudiantado que se forma en Trabajo Social, lo que se logra saliendo de los cánones tradicionales de la educación catedrática para ubicarse en espacios de aprendizaje con cada vez mayor independencia. En este sentido, la UNESCO (2009) otorga a la educación superior la responsabilidad de enfrentar el desafío de impulsar la instalación de ambas competencias, por cuanto es la instancia que forma a jóvenes para comprender y construir el mundo en su contexto complejo.
Lo anterior, demanda una formación en estas competencias de carácter genéricas y transversales (Mebarka & Moussaoui, 2021), como modo de superar la visión instrumental de la formación como mecanismo de creación de un capital humano al servicio del sistema económico. De esta forma, se espera avanzar más bien en la idea de un desarrollo que posibilite a la población joven acceder a la educación, sobre todo en grupos de jóvenes vulnerables o excluidos (Henríquez, 2014), lo que es clave si se considera que la formación en la universidad es un mecanismo efectivo para lograr un mayor empoderamiento social juvenil (Mebarka & Moussaoui, 2021).
Por otra parte, y de acuerdo con Paolo Freire, esto facilita que los estudiantes sean “partícipes de la trasformación del mundo por medio de una nueva educación que les ayude a ser críticos de su realidad, y los lleve a valorar su vivencia como algo de valor real” (2009, p. 64).
Con esto, la formación en pensamiento crítico pasa a ser un modo de entregar herramientas que favorecen la reflexión y el desenvolvimiento ante las exigencias de la vida universitaria, permitiéndoles tomar conciencia de lo que estudian (Godoy & Calero, 2018). Se debe considerar, además, que el Trabajo Social es una disciplina profesional que está “en lo político y en lo social, en lo privado y público, lo formal e informal, en contacto directo y personal con el ‘Otro y Otros’, donde los problemas que enfrentan implican un compromiso de su propia subjetividad como profesionales y personas” (Aguayo, Cornejo, & López, 2018).
La utilización de la tecnología en la educación universitaria representa una oportunidad para el desarrollo de la reflexión y el pensamiento crítico ya que, al situarse en el ámbito de cosas que forman parte de su cotidianidad, les permite trabajar en un ambiente conocido y amigable, posibilitando un aprendizaje más significativo (Rodrigues, 2013).
Esta familiaridad permitiría el uso de la tecnología más allá de un apoyo al trabajo formativo en aula para transformarse en un recurso docente que utiliza prácticas innovadoras (Bedoya-Calvo & López-Gómez, 2021), dando cuenta de la configuración de una enseñanza con mayor capacidad para afrontar los cambios y los desafíos del contexto educativo actual.
El rol docente es crítico en la instalación de prácticas que estimulen la innovación a partir de ejercicios reflexivos que utilicen la tecnología, ya que esto contribuye, además, a aumentar la calidad de la formación de los jóvenes (Cáceres et al., 2003).
A modo de ilustración, es interesante referir el estudio realizado en la Universidad de Buenos Aires, de carácter correlacional, que vincula variables asociadas a la motivación, con variables asociadas al uso de herramientas tecnológicas por parte de los estudiantes. Esta investigación, muestra que los resultados más positivos se presentan, justamente, en las áreas de pensamiento crítico y autoeficacia (Fernández & Neri, 2014).
El e-portafolio como herramienta reflexiva en los procesos de profesionalización
Los e-portafolios son espacios de aprendizaje para recopilar, crear, compartir, colaborar y reflexionar sobre el aprendizaje y las competencias en un ámbito específico (Kunnari & Laurikainen, 2017) utilizando para ello plataformas digitales. En ellos, las evidencias del trabajo realizado se encuentran acompañadas de una narrativa reflexiva que favorece el reconocimiento de las habilidades y destrezas (Cabero, López, & Llorente, 2012; Rodrigues, 2013). Tal como ocurrió en la experiencia analizada, esta herramienta puede presentarse en una plataforma diseñada por el/la propia estudiante que decide cómo y qué presentar visualmente respecto de sus propios procesos. De esta manera, el diseño de la plataforma motiva al/la estudiante a implicarse en su desarrollo personal y profesional e interactuar activamente con las comunidades de aprendizaje a las que pertenece o con los actores implicados en su proceso (Kunnari & Laurikainen, 2017).
Las herramientas tecnológicas han sido utilizadas desde hace años en la formación universitaria, pero sus bondades han expandido su uso los últimos años, lo que ha sido especialmente adecuado en el contexto de pandemia provocado por la COVID-19, en donde la relación docente–estudiantes se ha visto restringida a la sala virtual de clases. En este contexto, disponer de herramientas que expliciten la reflexión y su progresión a lo largo del curso, alcanza aún una mayor relevancia.
Los e-portafolios “proveen herramientas, medios, recursos y contenidos (...) entornos y ambientes que promueven interacciones y experiencias de interconexión e innovación educativa” (Varguillas & Bravo, 2020, p. 220). En dicho sentido, se entiende que el uso de e-portafolios favorece al estudiante el desarrollo de su capacidad de construir sus propios conocimientos.
De acuerdo con Mebarka and Moussaoui (2021), el uso del e-portafolio puede contribuir a producir un mejor trabajo de los estudiantes tanto dentro como fuera del aula, lo que permitiría arraigar mejor y más duraderamente el aprendizaje, fomentando la adquisición de competencias como la autonomía y el pensamiento crítico.
Formación universitaria en Trabajo Social y desarrollo de competencias
Hablar de profesionalización representa un ejercicio complejo por cuanto demanda abordar el proceso de transformación de un proyecto individual, que incluye vivencias prácticas y formativas, en experiencias significativas duraderas en la actuación profesional.
Tal como se ha indicado antes, la reflexión y el pensamiento crítico son herramientas que favorecen una mejor percepción del mundo, desde una perspectiva autónoma e independiente, por ello, los procesos profesionalizantes deben incorporar estrategias de integración sustantiva de estos elementos (Ronquillo, Cabrera, & Barberán, 2019) aprovechando su potencial para contribuir en el desarrollo de competencias profesionales en jóvenes que se van a enfrentar al futuro mundo laboral con compromiso por los otros y respondiendo por las consecuencias de sus decisiones.
Lo anterior, solo es posible lograr con el sostén de una formación profesional que, en palabras de Ronquillo et al. (2019), integre elementos cognitivos y motivacionales que actúen como mecanismo de regulación de la actuación profesional futura.
Ahora bien, ¿sobre qué dominios debe establecerse la formación profesional en Trabajo Social para lograr una actuación deseable? De acuerdo con Razeto and Cortez-Monroy (2014), existe una serie de habilidades que permiten demostrar el desempeño esperado para el estudiante y su perfil de egreso universitario las que, a su vez, son parte del conjunto de dominios que conforman el "Modelo de Habilidades Profesionales para la Intervención Social", que da cuenta de los dominios centrales que deben ser parte de la formación de estudiantes de Trabajo Social. Para las autoras, estos dominios están interrelacionados, pero no jerarquizados ni ordenados por relevancia. A continuación, se presenta una tabla resumen (Tabla 1) con los cuatro dominios considerados para este estudio.
Dominio |
Definiciones |
---|---|
Dominio Intrapersonal |
Conjunto de habilidades profesionales que permiten que el trabajador social se conozca y gestione a sí mismo (Bar-On, 1997) como agente de cambio y de promoción del bienestar de las personas. |
Dominio interpersonal |
Vínculo de calidad que se establece con otras personas (Mayer & Salovey, 1997). Incluye la habilidad para percibir, comprender y manejar sus propias emociones y también para desarrollar estas habilidades hacia los otros (Mayer & Salovey, 1997). |
Dominio técnico instrumental |
Conjunto de habilidades para gestionar un conjunto de técnicas e instrumentos propios del quehacer profesional. Las técnicas e instrumentos representan aquel conjunto de herramientas concretas que el profesional conoce y puede utilizar cuando requiere propiciar un cambio social en el contexto de una actuación profesional con una persona o conjunto de personas. |
Dominio ético |
Conjunto de habilidades profesionales que permiten analizar y aplicar los principios, valores y normas éticas, así como la legislación y convenciones, pertinentes a la práctica profesional, lo cual incluye comportarse de manera ética, participar en la toma de decisiones éticas, aspirar a la excelencia y distinguir la ética como un fundamento de la intervención social. |
Metodología
Caso de estudio
El curso Planificación y Gestión analizado en este trabajo se imparte el séptimo semestre de la carrera de Trabajo Social en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Este incorpora la metodología de Aprendizaje-Servicio, buscando así incluir a los estudiantes en actividades prácticas, para que tengan la oportunidad de poner la teoría al servicio de la praxis, aplicando los aprendizajes conceptuales y generando conocimientos significativos para su futuro profesional (Risco, 2016).
La asignatura promueve un proceso de enseñanza-aprendizaje activo en los y las estudiantes mediante la entrega de servicios a socios comunitarios con necesidades concretas, bajo la modalidad de consultoría, motivando así el desarrollo de una visión crítica de la planificación y gestión en tanto componentes críticos que sirven para alcanzar el éxito de las intervenciones y, consecuentemente, el bienestar social de las comunidades.
Uno de los mecanismos de evaluación del curso en la versión analizada fue el e-portafolio, con un foco eminentemente reflexivo, como modo de favorecer la creación de “un sentido de propiedad personal sobre los propios logros, porque la propiedad engendra sentimientos de orgullo, responsabilidad y dedicación'' (Paris y Ayres, 1994 citado en Rodrigues, 2013, p.161).
El objetivo transversal de los e-portafolios fue analizar el propio proceso de aprendizaje, integrando críticamente los contenidos vistos en el curso —clases y bibliografía— con los aspectos experienciales del trabajo como consultores. Así se esperaba favorecer el desarrollo de un aprendizaje crítico y significativo (Blas, González, Roche, Miguel, & Perea, 2018).
Es importante señalar que este curso se realizó en el contexto de pandemia por COVID 19 y bajo una modalidad remota.
Metodología del estudio
Para analizar cómo el uso de la tecnología colaboraría con el proceso de profesionalización y con el despliegue del pensamiento crítico en jóvenes estudiantes de Trabajo Social (favoreciendo así su empoderamiento y el desarrollo de habilidades profesionales) se examinaron las reflexiones vertidas por los estudiantes en los e-portafolios a lo largo del curso, lo que hizo emerger categorías analíticas desde los textos.
El método que fundamentó el estudio se centró en identificar las significaciones, reflexiones, aprendizajes e ideas que emergieron desde los e-portafolios que trabajó cada uno de los 40 estudiantes que cursaron el ramo de Planificación y Gestión en la Escuela de Trabajo Social durante el primer semestre del año 2021. Para ello se empleó un análisis de contenido cualitativo que nos permitió comprender y analizar dichos portafolios digitales.
La muestra la constituye un total de 40 e-portafolios elaborados por 40 estudiantes de entre 21 y 24 años, correspondientes a 34 mujeres y 6 hombres. En estos, reflexionaron entorno al proceso académico y estudiantil, recogiendo evidencias de aprendizaje en tres momentos del semestre: primero, sobre el proceso de conocimiento del socio comunitario; segundo, sobre su capacidad de realizar análisis estratégicos; tercero, sobre su capacidad para diseñar productos de planificación y gestión, además del cierre del proceso. El acceso a la información de cada e-portafolio fue autorizada expresamente por los estudiantes mediante una declaración de consentimiento recogida a través de un formulario online.
El análisis que contrastó los hallazgos con la perspectiva teórica se efectuó considerando el "Modelo de Progresión de Habilidades para Trabajo Social" (Razeto & Cortez-Monroy, 2014), que establece seis dominios profesionales de habilidades para el Trabajo Social, de los cuales se utilizaron los cuatro consistentes con el objetivo de este trabajo: interpersonal, intrapersonal, técnico instrumental y ético.
El estudio estableció el correlato de estos cuatro dominios con el desarrollo de los e-portafolios a lo largo del semestre. No se evaluó en este estudio el diseño, estructura o soporte desplegados en el e-portafolio, pues este era un ejercicio que tenía una estructura predefinida por el equipo docente, por lo que se concentra en la reflexión realizada.
Respecto del uso de las tecnologías, se analiza la aparición, mención o valoración que hacen los estudiantes de esta en su proceso formativo. Para esto, el equipo investigador operacionalizó las definiciones conceptuales en variables cualitativas para la consecución de los hallazgos, como se observa en la Tabla 2.
Para indicar los ejemplos o citas que ilustran los resultados, se señala entre paréntesis el e-portafolio y número de referencia del ejemplo seleccionado (Ej: P20, significa e-Portafolio N° 20). Es la manera escogida para mantener la confidencialidad de los participantes. Asimismo, el año indicado corresponde al año en el que fue recabada la información en sus e-portafolios. De esta manera la indicación es, siguiendo el ejemplo anterior (P20, 2021).
Dominio |
Dimensión |
Indicador cualitativo |
---|---|---|
Dominio Intrapersonal |
Reflexividad y autocrítica |
Reconoce oportunidades de mejora Reconoce sus fortalezas o contribuciones al grupo Reconoce y evalúa sus sentimientos Reconoce sus aprendizajes Reconoce sus limitaciones |
Compromiso profesional |
Exhibe una conducta profesional de atención Señala compromiso con la rigurosidad y calidad de los productos asociados. |
|
Creatividad |
Encuentra soluciones divergentes a los problemas Utiliza medios digitales, visuales y audiovisuales como recurso para la intervención social |
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Pensamiento crítico |
Integra teoría y praxis en las acciones emprendidas. |
|
Dominio interpersonal |
Cooperación |
Demuestra actitud proactiva hacia el equipo y la consecución del propósito del equipo |
Aprendizaje colaborativo |
Trabaja en equipo adquiriendo conciencia de la responsabilidad que tienen con sus grupos, desarrollando sus habilidades, estrategias y aceptar otras ideas |
|
Resolución de conflictos |
Domina técnicas y recursos para resolver conflictos |
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Comunicación |
Identifica habilidades de comunicación utilizadas en el proceso Muestra habilidades de oratoria Muestra habilidades de escucha Evidencia aprendizajes asociados a la comunicación con el socio comunitario |
|
Dominio técnico instrumental |
Aplica técnicas y herramientas propias del trabajo social |
Crea y usa herramientas de planificación Crea y usa herramientas de gestión o análisis estratégico Utiliza los registros como insumo durante el proceso de actuación profesional Identifica pasos y procedimientos realizados |
Integra contenidos del curso |
Integra contenidos del curso Demuestra habilidades de gestión de información |
|
Evalúa la rigurosidad de los productos |
Considera criterios como la excelencia o la calidad del trabajo realizado |
|
Dominio ético |
1. Razonamiento ético para tomar decisiones. |
Identifica dilemas éticos o tensiones que emergen en el desarrollo de las labores. Es consciente de los diferentes valores presentes en la práctica, que pueden contribuir a la aparición y/o resolución de los dilemas y problemas éticos. Considera la perspectiva de los usuarios o socios comunitarios para las decisiones |
2. Orientar la práctica a valores éticos. |
Reconoce y administra los valores personales de manera de permitir a los valores profesionales guiar la práctica |
Hallazgos
Los resultados que se presentan a continuación son producto de un análisis que contrasta los indicadores del "Modelo de Desarrollo de Habilidades Profesionales", considerando los dominios seleccionados para este estudio, con las categorías que emergieron de los e-portafolios. De esta manera, el estudio logró generar evidencia empírica de las habilidades propuestas por las autoras del modelo. Así, fue posible encontrar verificadores del desarrollo de las habilidades profesionales que ilustran cómo el e-portafolio favorece un proceso reflexivo que permite al estudiantado integrar aspectos conceptuales y prácticos, favoreciendo el despliegue de un pensamiento crítico.
Dominio intrapersonal
Respecto del dominio intrapersonal, que revisa la posibilidad de gestionarse a sí mismos (Razeto & Cortez-Monroy, 2014), es evidente en algunos elementos clave en el discurso de los estudiantes asociados a poder identificar limitaciones, fortalezas y oportunidades de mejora.
Lo anterior emerge de dos maneras: la primera, como posibilidades de mejora a nivel personal, como se evidencia en el siguiente extracto:
Debo aumentar la confianza en mis capacidades mediante el reconocimiento (...) lo que me significará un menor desgaste a futuro y mayor productividad y capacidad de aporte en futuros equipos de trabajo.
(P20, 2021)
La segunda, con las oportunidades de mejora que emanan de la relación de los estudiantes con los demás, como se observa en la siguiente cita:
Otra expectativa mía se relaciona más con el proceso del trabajo en sí, en donde esperaba avanzar autónomamente en este trabajo junto a una buena coordinación entre los grupos que contienen este equipo. Diría que esto sí se ha podido cumplir, pero aún queda mucho por mejorar, sobre todo en la coordinación de trabajo entre los grupos.
(P5, 2021)
En este sentido, algo muy importante para desarrollar esta habilidad guarda relación con ser capaces de reconocer las limitaciones subjetivas que permiten, por un lado, identificar aquellos “puntos débiles” en el proceso de profesionalización de cada estudiante y, por otro, reconocer las oportunidades de mejora anteriormente abordadas, tal como es el caso que se presenta a continuación:
Reconocer mis limitaciones como fortalezas de las que soy capaz en lugar de debilidades (...) me permitirá poner en práctica estas habilidades en mi futuro profesional con confianza en mí misma, lo que será beneficioso para mi autoestima personal, lo productivo, y lo relacional.
(P20, 2021)
Otro elemento que emerge de manera recurrente en el análisis de los e-portafolios guarda relación con resaltar las contribuciones personales al grupo, lo que se vincula con poder conocerse y gestionarse a sí mismos (Bar-On, 1997). Así se observa en el siguiente e-portafolio:
Evalúo positivamente el aporte que he realizado al equipo y al socio-comunitario (...) Reconozco mi compromiso, mi responsabilidad, mi comunicación, plantear soluciones a los problemas, ser autocrítica, proactiva, cumplir con cada tarea para lograr las metas propuestas y así cumplir con el desafío planteado por la fundación.
(P8, 2021)
Un tercer aspecto, es la capacidad que tienen los estudiantes de reconocer sus aprendizajes a partir de las actividades, contenidos vistos y aplicados a lo largo del semestre. En este sentido, en la gran mayoría de los e-portafolios se reconoce el esfuerzo por integrar los conocimientos que han visto en el curso y también los aprendizajes que emanan de la praxis con un socio-comunitario en contexto remoto. Esta dimensión se ejemplifica en la siguiente cita:
también aprendí que se debe ser responsable académica y teóricamente con el fin de poner en práctica la aprendido de una manera correcta y pertinente a las necesidades de la organización.
(P 32, 2021)
Sobre la capacidad para encontrar soluciones divergentes, puede señalarse que, si bien en los e-portafolios de los primeros momentos del curso los estudiantes identifican algunos obstáculos, no fue hasta los posteriores en los que se hizo evidente la puesta en escena de estrategias creativas para resolverlos. Esto se halló de modo generalizado en los estudiantes y grupos, quienes de modo progresivo debieron dar respuesta a distintos desafíos (problemas) planteados por los socios comunitarios en el contexto online, que impedían hacer uso de las soluciones clásicas que ofrecía la profesión:
El proyecto de Alfabetización Digital contribuirá al bienestar del socio comunitario ya que se adecúa al contexto actual de crisis sociosanitaria (...) Se busca dotar de herramientas digitales a los/as beneficiarios/as a modo de contribuir en su bienestar integral.
(P20, 2021)
En este sentido, el contexto de pandemia obligó a pensar alternativas de intervención distintas, a partir de la utilización de medios digitales, visuales y audiovisuales como recurso para la intervención social. Uno de los grupos realizó la siguiente acción:
Realizamos cápsulas de videos para apoyar la explicación sobre cómo hacer uso de las herramientas y productos entregados, complementando así lo ya presentado y dejando un insumo amigable para que el socio comunitario como organización e individuos puedan involucrarse y desarrollar autonomía con el uso de estas.
(P29, 2021)
Un elemento que surgió repetidamente durante el primer e-portafolio tuvo relación con el compromiso profesional, en donde señalan que, al conocer al socio comunitario, se ha detonado un deseo de responder adecuadamente a las expectativas, necesidades y labores encomendadas en su proceso de consultoría. Ejemplo de lo anterior:
Asimismo, para mí el desafío también supone un alto grado de responsabilidad y compromiso hacia la organización, ya que el trabajo de consultoría aborda necesidades contingentes. De esta manera, supuse que la atención y el tiempo que se debía dedicar al curso era mayor al que convencionalmente dedico, puesto que el grado de exigencia de trabajar en un caso real conlleva un aprendizaje más activo.
(P8,2021)
Dominio interpersonal
El segundo dominio del modelo se establece desde la vinculación de calidad con otros. Se hizo evidente que los e-portafolios, si bien son instrumentos individuales, permitían dar cuenta de los procesos de cooperación, colaboración y trabajo en equipo realizado por los estudiantes. Se identifica en ellos una actitud proactiva para asumir roles dentro de los equipos, dando cumplimiento a sus responsabilidades y, sobre todo, mostrando una actitud proactiva frente a los demás. Lo anterior se materializa en los siguientes relatos:
Desde un principio tuve la disposición de aportar en lo que más pudiera, más allá de lo que correspondía a mi rol en el equipo consultor.
(P6, 2021)
O
Mi aporte es siempre desde la proactividad y disposición a reflexionar, sugerir, escuchar, intercambiar y actuar. Creo que tengo un gran compromiso y estoy dispuesta a trabajar en lo que sea necesario.
(P12, 2021)
Un segundo elemento relevante del presente dominio es el aprendizaje colaborativo, referido a trabajar en equipo de forma consciente y responsable, implicando “compartir información de forma abierta y completa entre las partes” (Troyano & Carrasco, 2006). Dentro de los e-portafolios se constata un aprendizaje colaborativo en los siguientes párrafos:
Yo creo que esto se da naturalmente en el trabajo en equipo que se está llevando a cabo, la responsabilidad y cooperación con todas las tareas que debo realizar yo con mi rol, como así también las que tenemos con el equipo.
(P18, 2021)
así como:
(...) trabajar colaborativamente con apertura a escuchar diversas visiones u opiniones distintas de las mías, aportando a mediar para enriquecer el trabajo de diferentes conocimientos.
(P29, 2021)
Y también cuando indican que:
Es posible desarrollar entregables desde diferentes perspectivas en los que finalmente se llegan a acuerdos pero que están óptimamente nutridos por distintas opiniones y visiones.
(P19, 2021)
Un tercer concepto clave es la comunicación, entendida como un conjunto de habilidades oratorias, que permiten expresarse, opinar, relacionarse, constituirse, entablar relaciones y coordinar acciones (Gómez, 2016). Esta habilidad, según los estudiantes, fue relevante pues:
Mediante la entrega de ideas, ser escuchada y escuchando al otro para crear algo tangible que les pueda aportar y facilitar su labor como comité, es decir una co-construcción.
(P39, 2021)
Además, permitió una coordinación entre los integrantes del equipo para el cumplimiento de objetivos:
Destaco mucho la buena comunicación que logramos, pues nos permitió trabajar eficientemente en poco tiempo.
(P36,2021)
Lo anterior, se volvió extremadamente relevante no solo en la relación con los y las compañeras de grupo, sino también se evidencia en los modos de comunicación con la contraparte en un contexto profesional.
Las principales expectativas que tenía previo al trabajo de consultoría se vinculaban con lograr una buena relación con el socio comunitario y establecer una comunicación fluida con ellos. Afortunadamente estas se cumplieron. Los miembros de la fundación han tenido una muy buena disposición para resolver nuestras dudas, enviarnos material y agendar futuras reuniones con nosotros para completar la información necesaria para desarrollar nuestro trabajo a cabalidad.
(P13, 2021)
Esto se observa también en el e-portafolio 9, en donde se señala que:
Ha sido tanto un aprendizaje personal como uno relacional, destacando por sobre todo el trabajo en equipo, pero desde una perspectiva no solo de escuchar al resto, sino de incorporar distintas metodologías y visiones de trabajo.
(P9, 2021)
Tal como se observa en el extracto anterior, los aprendizajes en los estudiantes emergen desde distintas áreas del saber y se infiere que estos pueden ser aprendizajes significativos, debido al proceso de reconocimiento y construcción del estudiante formando sentido a las ideas e interpretación mediante instrumentos analíticos y reflexivos (López, Sánchez, Mero, & Rodríguez, 2019) que en el presente estudio se evidencian en el e- portafolio reflexivo digital. Lo anterior se alinea a la resolución de conflictos, donde se visibiliza la puesta en práctica de la asertividad y la comunicación entre los estudiantes:
Cuando elaboramos el Informe 1 hubo una compañera que no estaba de acuerdo con la parte que había desarrollado con mi grupo, por lo que tuvimos que conversar la situación de manera respetuosa, para coordinar y mejorar esos aspectos que ella consideraba que hacían falta .
(P17, 2021)
Así también:
He tenido la posibilidad de tratar las diferencias de opinión o tensiones provocadas por ellas de la manera que me ha parecido más adecuada, a través del diálogo y la flexibilidad.
(P21,2021)
Finalmente, una tercera habilidad del dominio intrapersonal reflejada en los e-portafolios es la presencia de pensamiento crítico en los estudiantes, que de acuerdo a (Fisher & Scriven, 1997) es una habilidad académica crucial (León, 2014) y que, según Beyer (1987) exige pensar acerca de lo que se aprende, cuestionando la propia manera de pensar, y regulando el propio pensamiento a través de un control consciente (metaconocimiento) y que permite la aplicación de lo que se aprende (Rendón-Uribe, 2011).
En concreto, se observa en la mayoría de los e-portafolios que los estudiantes son capaces de integrar teoría y praxis identificando cómo los contenidos del curso fueron aplicados al contexto real de consultoría. Un ejemplo de ello es lo expresado en las acciones comprendidas mediante el siguiente ejemplo:
Pude aplicar contenidos de planificación y gestión en el proceso de consultoría, de modo que no solo aprendí sobre ellos en mi proceso formativo en el curso, sino que también pude aplicarlos en una institución y contexto organizacional real, siendo una primera aproximación a un proceso de consultoría.
(P19, 2021)
De forma complementaria se vislumbra que la metodología de Aprendizaje-Servicio implementada en el curso fomentó la formación de un pensamiento crítico y el proceso profesionalizante, puesto que:
La modalidad A-S de este curso fue demasiado fructífera, porque no me imagino igual de capacitada para realizar estos productos en la vida profesional, si no lo hubiera aprendido en la medida que lo aplicaba.
(P36, 2021)
Dominio técnico instrumental
El curso Planificación y Gestión proyecta que los estudiantes logren dominar técnicas propias del campo del Trabajo Social en el área organizacional. En este sentido, se testimonia en los distintos relatos de los y las estudiantes cómo logran poner en práctica un “conjunto de habilidades para gestionar un conjunto de técnicas e instrumentos propios del quehacer profesional” (Razeto & Cortez-Monroy, 2014).
Se puede así visibilizar a través de los e-portafolios el uso de herramientas asociados a la planificación y gestión, otorgándoles valor al quehacer desarrollado, entre los que se encuentran:
la revisión de software para desarrollar el producto de gestión, ya que la dinámica de trabajo se va desarrollando de manera más fluida.
(P4,2021)
Por otra parte, se indica:
Veo que el producto de gestión colaborará con la institución (...) posibilitando la implementación del proyecto. Lo que se hace patente tras la realización de un análisis estratégico, herramienta que permite un correcto proceso (...). Dado que sitúa a la organización en su contexto, y posibilita conocer los recursos con que cuenta, las posibilidades que presenta y sus capacidades.
(P21, 2021)
De esta misma manera, se mencionan la aplicación de análisis FODA, análisis prospectivos, sistemas para diseñar procesos, elaboración de cartas Gantt, y el diseño de registro de información, entre otras herramientas.
Lo anterior se asocia fuertemente al concepto de integración de los contenidos del curso, pudiendo visibilizar el aporte desde lo conceptual a lo práctico:
La implementación del sistema de control colaborará con la gestión de la organización en tanto permite generar un seguimiento de las actividades y metas establecidas en un tiempo determinado, abriendo la posibilidad de mejora al detectar errores tempranamente o reevaluar la intervención al finalizar este periodo.
(P31, 2021)
O aquel que indica que:
La demanda fue reducir el sentimiento de agobio que sentía la unidad de gestión técnica territorial (...) por lo que se realizó un análisis con la metodología BPMN.
(P27,2021)
Y, en última instancia, y alineada a los conceptos anteriormente descritos, se presenta la rigurosidad de los productos realizados por los estudiantes, quienes en torno al proceso reconocieron la importancia de la precisión:
Es muy importante la calidad del trabajo para que los resultados que podamos entregarles a la organización puedan ser realmente beneficiosos para ellos.
(P37, 2021)
y
Esperamos que nuestra consultoría les ayude para poder mejorar estos aspectos, así como también les permita acoger mejor los intereses de quienes se vean beneficiados de sus intervenciones, de modo que el trabajo de planificación y gestión que realizamos contribuya al bienestar social.
(P36,2021)
Dominio ético
Sin duda, un elemento fundamental en Trabajo Social y sus diversos ámbitos de desempeño es la adscripción a principios y marcos axiológicos y normativos respecto de su quehacer. La adscripción ética de la profesión del Trabajo Social es innegable y, por lo tanto, motivar la reflexión ética en los procesos de aprendizaje es un imperativo. De esta manera, es necesario identificar si la reflexión que están llevando a cabo los estudiantes en su proceso no solo aplica normativas éticas, tales como consentimientos, respeto de los derechos humanos y principios de dignidad humana, entre otros, sino también que el razonamiento, la toma de decisiones, los análisis institucionales, los procedimientos y actividades realizadas incorporan una perspectiva ética.
Al operacionalizar los datos cualitativos, fue posible identificar que los y las estudiantes consideran en sus análisis la perspectiva de los usuarios y socios comunitarios para adecuar sus propuestas de solución a lo largo del proceso de consultoría. Ejemplo de ello son sus reflexiones acerca de la coherencia entre la solución, el principio de la organización y las condiciones contextuales de las familias:
Creo que un factor que se debe de tener en cuenta es que el fin principal de la organización es el apoyar a familias en situación de pobreza o de exclusión social, por lo que debemos pensar en el proyecto considerando que los usuarios no han de tener situaciones privilegiadas como podrían ser otras. Por esto, yo creo que lo más importante al momento de intervenir, no podemos asumir que se manejan a la perfección en el ámbito tecnológico o computacional.
(P12, 2021)
De esta misma manera, se refleja en las reflexiones de los estudiantes que asumir una postura ética en la intervención permite generar prácticas transformadoras y procesos colectivos que favorecen la emancipación humana (López, 2020) y que contribuyen al bienestar social. En este sentido, algunos e-portafolios ponen en relieve la importancia de la inclusión, y la apertura de espacios participativos y libres para favorecer la mejor solución:
El proceso fue inclusivo en todo momento y la asistencia fue democratizada, ya que todo el equipo pudo aportar con sus conocimientos y visiones.
(P29, 2021)
y,
Para favorecer la sostenibilidad del trabajo realizado, primero, se considera ‘no colonizar’ con lo técnico a la organización sino que más bien trabajar en conjunto con el socio comunitario.
(P19, 2021)
Además, se destaca del segundo extracto que los estudiantes en su proceso reflexivo son capaces de comprender que el conocimiento no emana únicamente de la academia y los saberes colonizadores, sino que también están presentes en su proceso de formación y profesionalización los saberes no hegemónicos, lo que se relaciona con lo que sostienen Aguayo et al., quienes señalan que se debe “eludir el control del saber académico y palpar la historia real” (2018, p.32).
Un elemento que se menciona con menor fuerza a lo largo de los e-portafolios, y casi no se manifiesta al inicio de la experiencia de consultoría, es la relación con cómo las propias creencias o valores influyen o no en la toma de decisión y procedimientos. Ahora bien, sí se manifiestan algunos valores asociados a su compromiso profesional, a la excelencia y rigurosidad del trabajo, entre otros.
Discusión y conclusiones
Las demandas del mundo actual se han vuelto cada vez más competitivas y globalizadas, requiriendo la inclusión de aspectos más reflexivos y racionales en la formación profesional. En línea con lo anterior,León (2014) postulará que las instituciones asociadas a la educación superior deberían ahondar no solo en divulgar tecnologías, sino también en su potencialidad como instrumento para enseñar a pensar críticamente a los estudiantes, robusteciendo la formación para su futuro quehacer profesional.
De ahí que los hallazgos de este estudio cobren relevancia: el aprendizaje significativo es sumamente importante en el ámbito educativo, ya que es la instancia en la que los seres humanos comparten el rol de estudiantes, el que implica el común interés por comprender y entender la profesión elegida y, además, en donde aprenden a saber, a ser, a hacer y a convivir (López et al., 2019). En este proceso, los docentes tienen la tarea de generar cambios educativos que pongan en práctica metodologías innovadoras, haciendo uso de las tecnologías de la información y comunicación, que permitan palpar los avances de la enseñanza-aprendizaje y la interacción entre docentes, estudiantes y los materiales educativos (García, 2011).
Este estudio muestra cómo la incorporación de metodologías que dan sentido y acercan a los estudiantes a la práctica de su futura profesión, les permite empaparse de conocimientos y experiencias que les dotan de habilidades. También logran comprender cómo las organizaciones sociales, instituciones de inserción laboral habitual de trabajadores sociales, se ubican e interactúan con su contexto, el cual se encuentra atravesado por la realidad del país, por su cultura y por su nivel de desarrollo.
Este ejercicio no es solo práctico; también es reflexivo y crítico sobre lo aprendido, de modo que permite establecer una relación recíproca entre el campo propiamente intelectual y el de la acción y de la toma de decisiones (León, 2014), pues gracias a la ejecución de procesos de crítica y reflexión es posible reconocer qué se está haciendo bien y qué necesita una mayor profundización y requiere un mayor trabajo. Esto contribuiría a que las futuras generaciones trabajen de forma más consciente, obteniendo una visualización más global de su sociedad.
El curso estudiado buscó, a partir de una metodología de Aprendizaje-Servicio, incorporar la visión de que existe un trabajo más cercano a las realidades nacionales y, asimismo, añadir la relevancia de repensar lo realizado, con el objeto de entregar un mejor servicio a las poblaciones objetivo a las que va dirigida la oferta de las organizaciones sociales, a partir de un proceso educativo, formativo y profesionalizante de estudiantes de Trabajo Social. Y, en este ejercicio, la tecnología materializada en el uso de los e-portafolios jugó un rol crítico: permitir a los jóvenes estudiantes apropiarse del conocimiento a partir de un ejercicio reflexivo y pensar críticamente sobre su propia actuación, desde la autonomía e independencia.
Del estudio puede desprenderse que, dentro de las realidades organizacionales, se conjugan otros elementos relevantes sobre los cuales se puede profundizar la formación: el trabajo en equipo, la corresponsabilidad para alcanzar metas, la comunicación, la resolución de conflictos y la excelencia en torno a la vinculación entre la práctica y la teoría. Ahondar en estos aspectos favorecerá que los estudiantes conozcan, comprendan, se hagan parte y se empoderen en su rol dentro de las sociedades y organizaciones de las que serán miembros en su trayectoria laboral, utilizando como emblema la relevancia de comprender y cuestionar su rol día a día.
Por último, la evidencia recogida en este trabajo permite aseverar que, para el caso de estudio, el e-portafolio permitió a los estudiantes reflexionar y pensar críticamente sobre dimensiones asociadas a lo intrapersonal, lo interpersonal, lo técnico instrumental y lo ético, mostrando para cada una de ellas verificadores de la presencia de dicho elemento. De esta manera, el uso de la herramienta digital ha favorecido el desarrollo de un pensamiento racional y reflexivo de los propios procesos de aprendizaje, permitiendo la integración de los dominios profesionales.